lunes, 20 de diciembre de 2010

Eterna espera.

Se miran los tres: su cabeza, su corazón y el deber. Ninguno se anima a emitir un simple sonido ni una palabra, tienen miedo de arriesgarse, equivocarse y perderlo todo. Las miradas se cruzan y, por un segundo, todo parece quedarse quieto. Deben decidir, saben que tienen que hacerlo, pero el miedo los paraliza. Esta encrucijada se convierte en figurita repetida; una decisión puede cambiarlo todo, una vez mas.

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